La sociedad salvadoreña necesita conocer los verdaderos efectos de una consolidación fiscal en términos de menor crecimiento económico. Oscar Cabrera Melgar

Reflexionar el efecto de la propuesta de consolidación fiscal del 3% en el déficit primario sobre el crecimiento económico salvadoreño

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En el artículo IV del FMI se aborda “Un ajuste del balance primario concentrado en la primera etapa de al menos un 3% del PIB en el período 2017-19 es lo mínimo que se necesita para revertir la dinámica de la deuda ascendente a mediano plazo” (FMI, 2015, Pág. 10) y a mediano plazo se necesita un esfuerzo más importante para alcanzar la sostenibilidad (Pág. 10). El documento menciona “Con multiplicadores plausibles, el ajuste podría reducir el crecimiento por debajo del 2% a corto plazo” (IBID) que se entiende en los tres años iniciales.

Se afirma que el ajuste fiscal conduce a una mayor producción dado que “[…] una posición fiscal más sólida y creíble, combinando con reformas estructurales vigorosas, crearían las condiciones para un repunte en el crecimiento, que se aproximaría al 3% a mediano plazo” (Pág. 10).

La austeridad fiscal expansiva supone que una austeridad transitoria da paso a la recuperación del crecimiento por el hecho de persuadir a los inversores que déficits presupuestarios reducidos son controlables y el crecimiento sostenido; posición que es contra intuitiva porque en una economía de bajo crecimiento económico incrementando el gasto público e inversión se compensa la caída de la demanda global.

En el análisis subyace la hipótesis de la contracción fiscal expansiva que ha servido de base a la contracción del gasto público que Troika (FMI, BCE y Comisión) han venido exigiendo a Grecia, Irlanda y los países del Sur de Europa desde el inicio de la crisis.

Se supone que la expansión del gasto público compite con el gasto privado para el ahorro y un aumento de la deuda pública hace que suban las tasas de interés, reduciendo la inversión y el ahorro privado, denominado efecto desplazamiento o “Crowding Out”, hipótesis que Friedman (1978) presupone válido para una economía con niveles de pleno empleo (Por el contrario, en El Salvador, la tasa de desempleo alcanzó 7% y sub-empleo del 32% a 2014) y es una afirmación desarrollada para una economía cerrada (la economía salvadoreña no se limita al ahorro interno sino que se financia con ahorro externo).

Un elemento importante en la contracción fiscal expansiva sugerida para El Salvador, es que se está minimizando el efecto negativo que tiene la austeridad y dan por sentado que el crecimiento se recupera de forma rápida y se eleva al 3% en el mediano plazo, escenario optimista que se apoya en la infravaloración de los multiplicadores del gasto que estiman 0.5 en el corto plazo y 0.2 en el mediano plazo (Pág. 10). Estos multiplicadores citados se interpretan que por cada punto porcentual que se reduzca el gasto total del Sector Público no financiero (SPNF), el producto se reduce en 0.5 en el corto plazo y 0.2 en el mediano plazo.

El papel de los multiplicadores en la economía sugiere que la inyección de US$100 millones produce sucesivos efectos positivos que se “multiplican” en todos las sectores. La inversión pública en hospitales la llevan a cabo constructores privados, empresas privadas que proveen equipamiento de camas, quirófanos, aparatos de radiología y ultrasonografía que se multiplicará en efectos positivos en la creación de inversión privada y expansión de la demanda por productos.

Schwinn (2015) estima para el período 1952 a 2011 unos multiplicadores del gasto muchos mayores en el corto entre 0.456 a 0.482 y en el mediano plazo entre 0.42 a 0.493 que implica que el efecto de la austeridad produce mayores efectos de caída en el crecimiento económico salvadoreño.

El Banco Central estima los multiplicadores cercanos a los estimados por Schwinn (2015) entre 0.40 a 0.56 para el corto y mediano plazo a través de un modelo de equilibrio general.

La estimación de las dos fuentes de cálculo supone que por cada punto porcentual que se reduzca el gasto total del Sector Público no financiero (SPNF), el producto se reduce entre 0.40 y hasta 0.56 en el mediano plazo. Vale la pena mencionar que el modelo DSGE supone que entre dos años y más de dos años se reducirá entre 0.8 a 1.0 puntos porcentuales del PIB.

Las estimaciones confirman que los efectos de la consolidación fiscal recomendado para El Salvador se están minimizado los efectos contractivos en el crecimiento que puede dar lugar que no se frene el ascenso en el ratio de la deuda a PIB y sean necesarios sucesivos esfuerzos de austeridad con notables impactos en el ingreso de la población y que deprima aún más el gasto de la economía.

La propuesta debe diferenciar los multiplicadores del gasto y la inversión dado que su combinación tendría efectos positivos más elevados que si se confía sólo en uno de los dos. La combinación de ambos multiplicadores produce un crecimiento de la economía mayor y no agota la demanda del sector privado, sino que la mantiene.

La aplicación de la austeridad en una fase de crecimiento económico por debajo del crecimiento potencial solo lograría que el ciclo económico empeorara. Sopesar que la economía salvadoreña recién se está recuperando de la crisis financiera internacional donde el gasto de consumo final, la inversión privada y las exportaciones en 2015 alcanzó los niveles previos a la crisis (2008).

Se debe revisar los casos de países donde se ha aplicado procesos de austeridad expansiva que no han funcionado y han exacerbado las ratios de deuda a PIB, caída de ingresos de los hogares y mayores tasas de desempleo y sub-empleo. (Alvarado y Cabrera, 2014)

Bibliografía

Alvarado Cesar y Cabrera M., Oscar O. (2013): “Evolución del déficit fiscal y la deuda pública en El Salvador: Una iniciación a los modelos stock-flujo en una economía dolarizada”. Documento Ocasional 1. Banco Central de Reserva de El Salvador

Friedman, Benjamin M (1978).: Crowding Out or Crowding In? Economic Consequences of Financing Government Deficits Brookings Papers on Economic Activity. Vol., No. 3 (1978), pp. 593-641.

IMF: “Consulta del Artículo IV de 2016. Julio.

http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/scr/2016/cr16208s.pdf

Schwinn (2015): Fiscal volatility diminishes fiscal multiplier. Universidad de Illinois at Chicago. Tesis Doctoral para optar al título de Doctor Filosofía en Economía